la coccidios
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la coccidios
LA COCCIDIOSIS
Bajo el término genérico de “coccidios” entran los parásitos unicelulares pertenecientes al orden de los protozoos. Los coccidios pueden observarse, en forma vegetativa, localizada en las células del organismo animal parasitazo, o en forma quística de resistencia, llamada ooquistes, persistentes en ambientes exógenos, ya que son eliminados a través de los excrementos del sujeto huésped. En el interior del ooquiste se hallan presentes otras estructuras, llamadas esporoquistes, que contienen los elementos infectantes, llamados esporozoítos. Las pequeñísimas dimensiones de los ooquistes solo permiten observarlos a través del microscopio.
¿Cómo se contrae la infección?
Los pájaros se infectan al ingerir los ooquistes de los coccidios eliminados por los excrementos de otros sujetos ya infectados.
Para que los ooquistes puedan infectar, es preciso que exista un medio exógeno durante un tiempo suficiente para que se desarrolle la “esporulación”, es decir, la maduración de las esporas por medio de la formación de los esporoquistes, así como los correspondientes esporozoítos en ellos incluidos.
Los ooquistes recién eliminados con las heces no son, pues, infectantes, pero sí llegarán a serlo tras un periodo de tiempo que oscila entre las 48 y 72 horas. En tanto que en ambientes fríos este periodo puede ser mayor, bajo condiciones ambientales favorables de climas cálidos y húmedos, el tiempo de esporulación puede reducirse a sólo 24 horas. Por esta razón se aconseja, durante los tratamientos contra coccidios, proceder a la limpieza diaria del fondo de la jaula y de su correspondiente rejilla, de forma que pueda evitarse que los ooquistes expulsados con los excrementos encuentren medio de esporular y de provocar infecciones.
Una vez en el interior del intestino del pájaro, los esporozoítos, ya liberados de la envoltura quística, penetran en las células epiteliales del intestino y, a través de varios ciclos de multiplicación, generan una descendencia que posteriormente podrá parasitar otras células intestinales.
Al término de estos ciclos reproductivos, llegan a formarse unos cuerpos elementales, llamados gametocitos, de cuya unión surgen los ooquistes, los cuales irán siendo sucesivamente expulsados al exterior junto con las heces.
¿Cómo son los síntomas de la coccidiosis?
En la forma clásica de coccidiosis se dan, principalmente, lesiones intestinales, a causa de localizarse los parásitos en estos órganos. Los pájaros enfermos presentan un aumento de volumen del abdomen, que podrá aparecer enrojecido, con evidente agitación intestinal. Los excrementos son abundantes, blandos, o enteramente diarreicos, con presencia de mucosa y/o sangre. El pájaro afectado de coccidiosis, generalmente, se muestra más bien glotón, centrándose especialmente en la consumición de las semillas o alimentos más energéticos y de mayor grasa. Pese al aumento de apetito del pájaro enfermo, se muestra un adelgazamiento progresivo, puesto que las lesiones intestinales producidas por los coccidios no permiten que el intestino pueda asimilar las sustancias nutritivas.
Todo lo citado es válido para la forma clásica intestinal, ya que existen otras formas de coccidiosis:
Algunos coccidios se caracterizan por tener un ciclo biológico diferente, con una localización de los parásitos en otros órganos distintos a los intestinos. Para estos coccidios solemos usar el nombre de Atoxoplasmas, y a la enfermedad se le llama Atoxoplasmosis:
Éstos coccidios después de una inicial localización intestinal, alcanzan otros órganos a través del torrente sanguíneo en el interior de los linfocitos, tales como el hígado, el bazo, el corazón, los músculos y el cerebro.
Cuando la infección alcanza varios órganos, la evolución de la enfermedad se agrava, los síntomas se hacen más evidentes y se eleva la mortalidad. A las lesiones intestinales se suman las de los otros órganos afectados, por lo que, además de la inflamación y enrojecimiento abdominal, resulta fácil observar, también a nivel del abdomen, un amplia mancha oscura que corresponde a la zona del hígado, que aumenta de tamaño. El sujeto enfermo parece somnoliento y con el plumaje desaliñado; balanceo, torcimiento de cuello y dificultad para permanecer en el posadero son los síntomas visibles, en caso de que el parásito se haya alojado en el cerebro. Si la enfermedad aparece en las hembras durante la puesta, puede ocurrir una retención del huevo, con frecuentes fallecimientos sobre el propio nido.
¿Qué pájaros son más propensos a la coccidiosis?
Los pájaros noveles, ya destetados y hasta la primera muda, son especialmente vulnerables, debido a que su sistema inmunológico aún no está desarrollado completamente y porque el estrés de la muda reduce considerablemente sus defensas. Desde este punto de vista, cualquier situación estresante puede activar una infección por coccidios que se halle en estado latente, transformándose en una coccidiosis clínica.
La mayor virulencia de los coccidios del género Atoxoplasma aumenta la capacidad receptiva de la infección, por lo que no es raro que también sean afectados ejemplares adultos, especialmente si se encuentran en condiciones de estrés fisiológico, como es el período de reproducción y/o muda.
¿Cómo se previene el contagio?
La coccidiosis puede prevenirse fácilmente, sobre todo sometiendo a cuarentena los pájaros recién adquiridos y tratándolos oportunamente en el caso de que diesen positivo en un examen parasicológico de excrementos. Es bueno hacerles este examen, tanto al comienzo de la cuarentena, como al final, pues los pájaros recientemente adquiridos podrían haber sido tratados con sulfamidas en el período inmediatamente anterior a la compra y en el examen darían, invariablemente, negativo. Se aconseja, pues, hacerles un control parasicológico al menos durante un mes antes de la reproducción, así como en el momento de la muda de los jóvenes. Una rejilla sobre el fondo de la jaula, que impida el contacto de los pájaros con sus propios excrementos, limita la posibilidad de contagio, en caso de que existan coccidios en algún ejemplar.
Algún problema añadido presentan los indígenas criados en voladeras al aire libre, ya que podrían entrar en contacto con sus congéneres libres, los cuales siempre albergan, de forma permanente, coccidios en su intestino.
Si los coccidios se hallan tan difundidos entre los pájaros silvestres, ¿por qué no enferman?
En los pájaros silvestres tiene lugar una especie de equilibrio entre huésped y parásito, por lo que los coccidios realizan su ciclo biológico sin que se desarrolle la enfermedad en el huésped. Además, los pájaros silvestres no se hallan confinados en ambientes restringidos, como ocurre con los pájaros de jaula, siempre en estrecho contacto con sus propios excrementos y, por lo tanto, con continuas ocasiones de infectarse con los ooquistes de los coccidios.
Prevención y cura de la coccidiosis
Recordamos que cuando sea necesario intervenir con Sulfamidas se recomienda un suministro constante de vitamina K (antihemorrágica), antes, durante y después del tratamiento, debido al fuerte antagonismo que tales medicamentos ejercen sobre este grupo de vitaminas.
Citaremos a continuación algunos de los fármacos mayormente utilizados por los criadores en la prevención y cura de la coccidiosis.
Esb3: compuesto por sal sódica monohidratada de Sulfaclorpiridacina.
Mezclar aproximadamente 1 g. de producto por litro de agua, en dos ciclos de 5 días, con intervalos de dos días de descanso.
Baycox: dosis de 1 ml. por litro de agua durante tres días. En caso necesario repetir el tratamiento a los 5 días.
-Seridone: Tratamiento preventivo: 4 gotas de cada uno de los frascos por cada 100 ml. de agua o 10 gotas de cada uno de los frascos en un cuarto de litro de agua que se suministrará como agua de bebida durante 8 días seguidos, cada mes.
Si hay animales sospechosos, aumentar la dosis un 50% (6 ó 15 gotas).
En criadores que utilizan los envases de 150 ml., las dosis son de medio tapón de cada frasco por medio litro de agua. Aunque solo haya pocos pájaros sospechosos, es conveniente que todos tomen Seridone y un complemento vitamínico.
-Cunisan aviar: preventiva: 15 ml (una cucharada sopera y media) por cada 2 litros de agua de bebida durante 2 días y descansar 5 días antes del nuevo tratamiento.
Curativa: 15 ml (una cucharada sopera y media) por 1 litro de agua de bebida durante 4 días, 2 de descanso y 3 mas del mismo tratamiento.
-Bogena Finicoc: 3 cucharillas y media de 5 ml por litro de agua durante 5 días.
Bajo el término genérico de “coccidios” entran los parásitos unicelulares pertenecientes al orden de los protozoos. Los coccidios pueden observarse, en forma vegetativa, localizada en las células del organismo animal parasitazo, o en forma quística de resistencia, llamada ooquistes, persistentes en ambientes exógenos, ya que son eliminados a través de los excrementos del sujeto huésped. En el interior del ooquiste se hallan presentes otras estructuras, llamadas esporoquistes, que contienen los elementos infectantes, llamados esporozoítos. Las pequeñísimas dimensiones de los ooquistes solo permiten observarlos a través del microscopio.
¿Cómo se contrae la infección?
Los pájaros se infectan al ingerir los ooquistes de los coccidios eliminados por los excrementos de otros sujetos ya infectados.
Para que los ooquistes puedan infectar, es preciso que exista un medio exógeno durante un tiempo suficiente para que se desarrolle la “esporulación”, es decir, la maduración de las esporas por medio de la formación de los esporoquistes, así como los correspondientes esporozoítos en ellos incluidos.
Los ooquistes recién eliminados con las heces no son, pues, infectantes, pero sí llegarán a serlo tras un periodo de tiempo que oscila entre las 48 y 72 horas. En tanto que en ambientes fríos este periodo puede ser mayor, bajo condiciones ambientales favorables de climas cálidos y húmedos, el tiempo de esporulación puede reducirse a sólo 24 horas. Por esta razón se aconseja, durante los tratamientos contra coccidios, proceder a la limpieza diaria del fondo de la jaula y de su correspondiente rejilla, de forma que pueda evitarse que los ooquistes expulsados con los excrementos encuentren medio de esporular y de provocar infecciones.
Una vez en el interior del intestino del pájaro, los esporozoítos, ya liberados de la envoltura quística, penetran en las células epiteliales del intestino y, a través de varios ciclos de multiplicación, generan una descendencia que posteriormente podrá parasitar otras células intestinales.
Al término de estos ciclos reproductivos, llegan a formarse unos cuerpos elementales, llamados gametocitos, de cuya unión surgen los ooquistes, los cuales irán siendo sucesivamente expulsados al exterior junto con las heces.
¿Cómo son los síntomas de la coccidiosis?
En la forma clásica de coccidiosis se dan, principalmente, lesiones intestinales, a causa de localizarse los parásitos en estos órganos. Los pájaros enfermos presentan un aumento de volumen del abdomen, que podrá aparecer enrojecido, con evidente agitación intestinal. Los excrementos son abundantes, blandos, o enteramente diarreicos, con presencia de mucosa y/o sangre. El pájaro afectado de coccidiosis, generalmente, se muestra más bien glotón, centrándose especialmente en la consumición de las semillas o alimentos más energéticos y de mayor grasa. Pese al aumento de apetito del pájaro enfermo, se muestra un adelgazamiento progresivo, puesto que las lesiones intestinales producidas por los coccidios no permiten que el intestino pueda asimilar las sustancias nutritivas.
Todo lo citado es válido para la forma clásica intestinal, ya que existen otras formas de coccidiosis:
Algunos coccidios se caracterizan por tener un ciclo biológico diferente, con una localización de los parásitos en otros órganos distintos a los intestinos. Para estos coccidios solemos usar el nombre de Atoxoplasmas, y a la enfermedad se le llama Atoxoplasmosis:
Éstos coccidios después de una inicial localización intestinal, alcanzan otros órganos a través del torrente sanguíneo en el interior de los linfocitos, tales como el hígado, el bazo, el corazón, los músculos y el cerebro.
Cuando la infección alcanza varios órganos, la evolución de la enfermedad se agrava, los síntomas se hacen más evidentes y se eleva la mortalidad. A las lesiones intestinales se suman las de los otros órganos afectados, por lo que, además de la inflamación y enrojecimiento abdominal, resulta fácil observar, también a nivel del abdomen, un amplia mancha oscura que corresponde a la zona del hígado, que aumenta de tamaño. El sujeto enfermo parece somnoliento y con el plumaje desaliñado; balanceo, torcimiento de cuello y dificultad para permanecer en el posadero son los síntomas visibles, en caso de que el parásito se haya alojado en el cerebro. Si la enfermedad aparece en las hembras durante la puesta, puede ocurrir una retención del huevo, con frecuentes fallecimientos sobre el propio nido.
¿Qué pájaros son más propensos a la coccidiosis?
Los pájaros noveles, ya destetados y hasta la primera muda, son especialmente vulnerables, debido a que su sistema inmunológico aún no está desarrollado completamente y porque el estrés de la muda reduce considerablemente sus defensas. Desde este punto de vista, cualquier situación estresante puede activar una infección por coccidios que se halle en estado latente, transformándose en una coccidiosis clínica.
La mayor virulencia de los coccidios del género Atoxoplasma aumenta la capacidad receptiva de la infección, por lo que no es raro que también sean afectados ejemplares adultos, especialmente si se encuentran en condiciones de estrés fisiológico, como es el período de reproducción y/o muda.
¿Cómo se previene el contagio?
La coccidiosis puede prevenirse fácilmente, sobre todo sometiendo a cuarentena los pájaros recién adquiridos y tratándolos oportunamente en el caso de que diesen positivo en un examen parasicológico de excrementos. Es bueno hacerles este examen, tanto al comienzo de la cuarentena, como al final, pues los pájaros recientemente adquiridos podrían haber sido tratados con sulfamidas en el período inmediatamente anterior a la compra y en el examen darían, invariablemente, negativo. Se aconseja, pues, hacerles un control parasicológico al menos durante un mes antes de la reproducción, así como en el momento de la muda de los jóvenes. Una rejilla sobre el fondo de la jaula, que impida el contacto de los pájaros con sus propios excrementos, limita la posibilidad de contagio, en caso de que existan coccidios en algún ejemplar.
Algún problema añadido presentan los indígenas criados en voladeras al aire libre, ya que podrían entrar en contacto con sus congéneres libres, los cuales siempre albergan, de forma permanente, coccidios en su intestino.
Si los coccidios se hallan tan difundidos entre los pájaros silvestres, ¿por qué no enferman?
En los pájaros silvestres tiene lugar una especie de equilibrio entre huésped y parásito, por lo que los coccidios realizan su ciclo biológico sin que se desarrolle la enfermedad en el huésped. Además, los pájaros silvestres no se hallan confinados en ambientes restringidos, como ocurre con los pájaros de jaula, siempre en estrecho contacto con sus propios excrementos y, por lo tanto, con continuas ocasiones de infectarse con los ooquistes de los coccidios.
Prevención y cura de la coccidiosis
Recordamos que cuando sea necesario intervenir con Sulfamidas se recomienda un suministro constante de vitamina K (antihemorrágica), antes, durante y después del tratamiento, debido al fuerte antagonismo que tales medicamentos ejercen sobre este grupo de vitaminas.
Citaremos a continuación algunos de los fármacos mayormente utilizados por los criadores en la prevención y cura de la coccidiosis.
Esb3: compuesto por sal sódica monohidratada de Sulfaclorpiridacina.
Mezclar aproximadamente 1 g. de producto por litro de agua, en dos ciclos de 5 días, con intervalos de dos días de descanso.
Baycox: dosis de 1 ml. por litro de agua durante tres días. En caso necesario repetir el tratamiento a los 5 días.
-Seridone: Tratamiento preventivo: 4 gotas de cada uno de los frascos por cada 100 ml. de agua o 10 gotas de cada uno de los frascos en un cuarto de litro de agua que se suministrará como agua de bebida durante 8 días seguidos, cada mes.
Si hay animales sospechosos, aumentar la dosis un 50% (6 ó 15 gotas).
En criadores que utilizan los envases de 150 ml., las dosis son de medio tapón de cada frasco por medio litro de agua. Aunque solo haya pocos pájaros sospechosos, es conveniente que todos tomen Seridone y un complemento vitamínico.
-Cunisan aviar: preventiva: 15 ml (una cucharada sopera y media) por cada 2 litros de agua de bebida durante 2 días y descansar 5 días antes del nuevo tratamiento.
Curativa: 15 ml (una cucharada sopera y media) por 1 litro de agua de bebida durante 4 días, 2 de descanso y 3 mas del mismo tratamiento.
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