formas de curacion y proteccion
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formas de curacion y proteccion
Hace ya de 20 a 25 años que decidí dedicarme a criar pájaros de forma deportiva y de entrada me encontré con dos grandes obstáculos: los escasos conocimientos que en nuestra isla se tenían sobre la materia (sobre todo en canaricultura de color) y el aislamiento que produce la insularidad.
Por ello procuré documentarme a base de libros y revistas, aunque desgraciadamente en aquella época pocos eran los que tenían un mínimo de rigor científico. Afortunadamente hace ya años que la cosa ha cambiado y hoy en día podemos elegir entre gran número de libros y revista magníficamente documentadas.
Aficionado como soy, no solo a los canarios de color, sino también a los silvestres, exóticos e híbridos, pronto me di cuenta del gran problema que en ellos representan las alteraciones del aparato digestivo.
Estos trastornos digestivos eran, en principio, etiquetados en la literatura como gastritis crónica o avalure y luego en magníficos trabajos de investigación como llamadas Micosis 80 o Proventriculitis. En ellos se le atribuía la ideología del trastorno bien a una micosis o a diferentes bacterias, según el trabajo consultado. Efectivamente en cultivos realizados por mi he encontrado diferentes gérmenes según el caso. Pero hecho el antibiograma correspondiente y establecido el tratamiento. Los resultados eran incomprensiblemente de fracaso total.
Siguiendo con mi preocupación consulte a prestigiosos canaricultores de diferentes países, pero o bien se salían por la tangente con tratamientos empíricos, o si eran más sinceros me decían que no tenia cura.
Con mis observaciones y todo lo consultado me fui haciendo una teoría sobre lo que pasaba. Pensaba que el origen de todo estaba en una indigestión al ingerir una comida a la que no están acostumbrados a esta indigestión debía seguir una infección gastrointestinal con semiparali8sis y dilatación de los intestinos:lo que a su vez favorecería aun más la infección gastrointestinal con semiparálisis y dilatación de los intestinos; lo que a su vez favorecería aun más la infección, creándose un circulo vicioso en el que terminaría participando el hígado.
Si la teoría era acertada, el camino a seguir debía ser fácil. Examen de heces paradeterminar el agente causante, antiviograma si se trata de una bacteria y tratamiento adecuado pero ante mi desesperación pude comprobar que si bien a los silvestres y pichones con un tratamiento preventivo de antibióticos y sulfamidas, seguido de bacilos lácticos y sal de fruta, se evitaban muchísimas muertes; una vez establecido el cuadro de inflamación y hepatomegalia, el animal no respondía a ningún tratamiento y morían a mas o menos largo plazo.
He hecho numerosas autopsias y los resultados no se diferencian de otros publicados en cuanto a los agentes etimologices. He encontrado bacteria, salmonellas, colibacilos, pseudo parásitos (coccidios, toxoplasmas, áscaris etc.),
Pero establecido el tratamiento oportuno, los pájaros seguían muriéndose y yo seguía preguntándome como era posible que con los medios que disponíamos en la actualidad, el problema no pudiera solucionarse. Cuando a un problema no le encontramos una explicación o solución lógica, normalmente es porque esta mal planteado y así era efectivamente.
La solución vino de la mano de mi buen amigo e ilustre profesor de Patología Infecciosa de la Cátedra de Patología de la Facultad de Veterinaria de Las Palmas, Dr. D. José Bismack Poveda, que es además destacado criador de timbrados, en una conferencia que nos dio hace mas de un año, sobre los efectos de las toxinas producidas por diferentes gérmenes.
Pronto me di cuenta de la enorme importancia de lo que decía, ahora si, ahora todo el rompecabezas encajaba y se explicaba el porque de los fracasos de los planteamientos anteriores.
Posteriormente he leído un gran articulo en la revista italiana de la FOI sobre el mismo tema.
La clave esta en el envenenamiento por las toxinas que producen algunos hongos y bacteria. ¡Ojo! no vamos a decir ahora que todo los problemas intestinales se deban a intoxicaciones, pero si un elevadísimo tanto por ciento, sobre todo en silvestres y pichones.
Las toxinas que nos interesan son unos venenos que fabrican principalmente las bacteria y los hongos y que salen de su organismo depositándose en las semillas. Estas toxinas impregnan a las semillas de tal forma que es imposible eliminarlas por mas que las lavemos y además resisten temperaturas superiores a los 100 grados; una vez la semilla infiltrada no hay forma de limpiarla de veneno.
El envenenamiento afecta a todo el organismo, pero sobre todo al aparato digestivo, produciendo una intensa inflamación que afecta también al hígado. La inflamación de pro ventrículo e intestinos hace que estos sean fácilmente atacados por los mas variados gérmenes, incluso por aquellos que viven normalmente en su interior sin producir daño, pero que, ante la baja de defensas, se hacen patógenos; de nada sirve dar antibióticos si no se eliminan los efectos de las toxinas, pues el animal vuelve a infectarse. En cuanto al hígado, se produce primero una inflamación de sus tejidos con posterior fibrosis o cirrosis que es irreversible.
Puede haber casos de intoxicación rápida mortal, pero son raros. Lo más frecuente son las intoxicaciones crónicas, que en su formas más benignas comienzan sin sintomatología, solamente producen esterilidad. Son los casos de pájaros con posturas claras una y otra vez, sin que sepamos encontrar la causa.
La enfermedad ya establecida produce el cuadro que todos conocemos: abdomen abultado, en el que se trasparentan los intestinos dilatados y rojizos, hígado grande bien señalado y aspecto de enfermedad general, que poco a poco e irremisiblemente acaba con la vida del pájaro. El cuadro es el mismo que el de cualquier gastritis crónica de diferentes etiologías (bacteria, virus, hongos o parásitos), con sólo pequeñas diferencias por lo que su diagnóstico de certeza sólo es posible en un laboratorio.
PROFILAXIS O PREVENCIÓN
Dado que la enfermedad una vez establecida plenamente es de muy difícil curación, vamos a ver la forma de evitarla en lo posible.
1º Usar sólo mezcla de semillas y pastas de plena garantía, lo más frescas posible. Una mezcla en las que la mayoría de las semillas no germine, no está fresca. También deben estar limpias y libres de polvo.
2º Es importantísimo evitar que los pájaros coman semillas del fondo de la jaula. Estas semillas están mojadas y contaminados de heces, son pues altamente contaminantes de toda clase de gérmenes.
3º Evitar guardar las semillas en ambientes húmedos y calurosos, que favorecen el desarrollo de los gérmenes.
4º Son muy peligrosas las semillas germinadas, sobre todo en climas cálidos. Si dejamos una mezcla de semillas germinadas unos días, podremos observar cómo se forma por encima una especie de nata que está formada por millones de hongos microscópicos productores de toxinas. A pesar de ello, yo la uso con frecuencia dado sus buenas cualidades, pero con mucho cuidado. Le suelo poner unas gotas de yodo en el agua de germinar, no las dejo más de 48 horas y las lavo muy bien .
5º Protegen algo contra las toxinas las verduras y el calcio.
DIAGNOSTICO Y TRATAMIENTO
Las toxinas son la principal causa de la mayoría de los cuadros de inflamación gastrointestinal, pero no la única. Además, hemos de tener en cuenta que generalmente hay un cuadro mixto, pues existen infecciones sobreañadidas.
Los pasos a seguir podrían ser:
1º Análisis de heces en fresco y con cultivo, que nos servirá para diferenciar, bacteria, hongos y diferentes parásitos.
En caso de que sean bacteria debemos hacer un antibiograma, para determinar el antibiótico que le corresponde. No se puede decir, para tal germen sirve este antibiótico. Pues un germen puede ser sensible a un antibiótico en un momento dado y unas semanas después o en otro lugar, el mismo germen ser resistente a dicho antibiótico, de ahí la importancia del antibiograma.
2º Si no queremos o no pudimos hacer un el análisis de heces, ante un pájaro con el abdomen inflamado, daremos un antibiótico de amplio espectro, acompañado de una sulfamida durante 5 a 7 días, con lo que teóricamente eliminamos bacteria y algunas clases de parásitos. Después un día con un antiparasitario para lombrices. El único inconveniente es que los antibióticos no sólo no actúan sobre los hongos, sino que ayudan a su desarrollo, así que, si hay contaminación por hongos, no lograremos nada.
3º Siempre después de un tratamiento con antibióticos es obligatorio dar bacilos lácticos para reponer la flora intestinal y un complejo vitamínico sobre todo del grupo B, durante lo menos 10 días.
4º El calcio y los protectores hepáticos deben darse lo mismo tres días en semana durante varios meses.
5º Eliminar de la dieta semillas grasas. Incluso va muy bien darle las semillas hervidas, cambiándose a diario, durante un mes y luego se le va sustituyendo poco a poco. Se le debe dar de vez en cuando un poco de pasta de cría.
7º Siempre a su disposición grill y carbón vegetal.
Normalmente debe seguirse este tratamiento con los pichones de exóticos o silvestres al separarlos de los padres, con los adultos recién adquiridos y con todos aquellos en los que observemos que tienen el adoben inflamado. En los pichones y adultos recién adquiridos el tratamiento debe durar lo menos un mes y en los que enferman se debe alargar según su evolución.
Por ello procuré documentarme a base de libros y revistas, aunque desgraciadamente en aquella época pocos eran los que tenían un mínimo de rigor científico. Afortunadamente hace ya años que la cosa ha cambiado y hoy en día podemos elegir entre gran número de libros y revista magníficamente documentadas.
Aficionado como soy, no solo a los canarios de color, sino también a los silvestres, exóticos e híbridos, pronto me di cuenta del gran problema que en ellos representan las alteraciones del aparato digestivo.
Estos trastornos digestivos eran, en principio, etiquetados en la literatura como gastritis crónica o avalure y luego en magníficos trabajos de investigación como llamadas Micosis 80 o Proventriculitis. En ellos se le atribuía la ideología del trastorno bien a una micosis o a diferentes bacterias, según el trabajo consultado. Efectivamente en cultivos realizados por mi he encontrado diferentes gérmenes según el caso. Pero hecho el antibiograma correspondiente y establecido el tratamiento. Los resultados eran incomprensiblemente de fracaso total.
Siguiendo con mi preocupación consulte a prestigiosos canaricultores de diferentes países, pero o bien se salían por la tangente con tratamientos empíricos, o si eran más sinceros me decían que no tenia cura.
Con mis observaciones y todo lo consultado me fui haciendo una teoría sobre lo que pasaba. Pensaba que el origen de todo estaba en una indigestión al ingerir una comida a la que no están acostumbrados a esta indigestión debía seguir una infección gastrointestinal con semiparali8sis y dilatación de los intestinos:lo que a su vez favorecería aun más la infección gastrointestinal con semiparálisis y dilatación de los intestinos; lo que a su vez favorecería aun más la infección, creándose un circulo vicioso en el que terminaría participando el hígado.
Si la teoría era acertada, el camino a seguir debía ser fácil. Examen de heces paradeterminar el agente causante, antiviograma si se trata de una bacteria y tratamiento adecuado pero ante mi desesperación pude comprobar que si bien a los silvestres y pichones con un tratamiento preventivo de antibióticos y sulfamidas, seguido de bacilos lácticos y sal de fruta, se evitaban muchísimas muertes; una vez establecido el cuadro de inflamación y hepatomegalia, el animal no respondía a ningún tratamiento y morían a mas o menos largo plazo.
He hecho numerosas autopsias y los resultados no se diferencian de otros publicados en cuanto a los agentes etimologices. He encontrado bacteria, salmonellas, colibacilos, pseudo parásitos (coccidios, toxoplasmas, áscaris etc.),
Pero establecido el tratamiento oportuno, los pájaros seguían muriéndose y yo seguía preguntándome como era posible que con los medios que disponíamos en la actualidad, el problema no pudiera solucionarse. Cuando a un problema no le encontramos una explicación o solución lógica, normalmente es porque esta mal planteado y así era efectivamente.
La solución vino de la mano de mi buen amigo e ilustre profesor de Patología Infecciosa de la Cátedra de Patología de la Facultad de Veterinaria de Las Palmas, Dr. D. José Bismack Poveda, que es además destacado criador de timbrados, en una conferencia que nos dio hace mas de un año, sobre los efectos de las toxinas producidas por diferentes gérmenes.
Pronto me di cuenta de la enorme importancia de lo que decía, ahora si, ahora todo el rompecabezas encajaba y se explicaba el porque de los fracasos de los planteamientos anteriores.
Posteriormente he leído un gran articulo en la revista italiana de la FOI sobre el mismo tema.
La clave esta en el envenenamiento por las toxinas que producen algunos hongos y bacteria. ¡Ojo! no vamos a decir ahora que todo los problemas intestinales se deban a intoxicaciones, pero si un elevadísimo tanto por ciento, sobre todo en silvestres y pichones.
Las toxinas que nos interesan son unos venenos que fabrican principalmente las bacteria y los hongos y que salen de su organismo depositándose en las semillas. Estas toxinas impregnan a las semillas de tal forma que es imposible eliminarlas por mas que las lavemos y además resisten temperaturas superiores a los 100 grados; una vez la semilla infiltrada no hay forma de limpiarla de veneno.
El envenenamiento afecta a todo el organismo, pero sobre todo al aparato digestivo, produciendo una intensa inflamación que afecta también al hígado. La inflamación de pro ventrículo e intestinos hace que estos sean fácilmente atacados por los mas variados gérmenes, incluso por aquellos que viven normalmente en su interior sin producir daño, pero que, ante la baja de defensas, se hacen patógenos; de nada sirve dar antibióticos si no se eliminan los efectos de las toxinas, pues el animal vuelve a infectarse. En cuanto al hígado, se produce primero una inflamación de sus tejidos con posterior fibrosis o cirrosis que es irreversible.
Puede haber casos de intoxicación rápida mortal, pero son raros. Lo más frecuente son las intoxicaciones crónicas, que en su formas más benignas comienzan sin sintomatología, solamente producen esterilidad. Son los casos de pájaros con posturas claras una y otra vez, sin que sepamos encontrar la causa.
La enfermedad ya establecida produce el cuadro que todos conocemos: abdomen abultado, en el que se trasparentan los intestinos dilatados y rojizos, hígado grande bien señalado y aspecto de enfermedad general, que poco a poco e irremisiblemente acaba con la vida del pájaro. El cuadro es el mismo que el de cualquier gastritis crónica de diferentes etiologías (bacteria, virus, hongos o parásitos), con sólo pequeñas diferencias por lo que su diagnóstico de certeza sólo es posible en un laboratorio.
PROFILAXIS O PREVENCIÓN
Dado que la enfermedad una vez establecida plenamente es de muy difícil curación, vamos a ver la forma de evitarla en lo posible.
1º Usar sólo mezcla de semillas y pastas de plena garantía, lo más frescas posible. Una mezcla en las que la mayoría de las semillas no germine, no está fresca. También deben estar limpias y libres de polvo.
2º Es importantísimo evitar que los pájaros coman semillas del fondo de la jaula. Estas semillas están mojadas y contaminados de heces, son pues altamente contaminantes de toda clase de gérmenes.
3º Evitar guardar las semillas en ambientes húmedos y calurosos, que favorecen el desarrollo de los gérmenes.
4º Son muy peligrosas las semillas germinadas, sobre todo en climas cálidos. Si dejamos una mezcla de semillas germinadas unos días, podremos observar cómo se forma por encima una especie de nata que está formada por millones de hongos microscópicos productores de toxinas. A pesar de ello, yo la uso con frecuencia dado sus buenas cualidades, pero con mucho cuidado. Le suelo poner unas gotas de yodo en el agua de germinar, no las dejo más de 48 horas y las lavo muy bien .
5º Protegen algo contra las toxinas las verduras y el calcio.
DIAGNOSTICO Y TRATAMIENTO
Las toxinas son la principal causa de la mayoría de los cuadros de inflamación gastrointestinal, pero no la única. Además, hemos de tener en cuenta que generalmente hay un cuadro mixto, pues existen infecciones sobreañadidas.
Los pasos a seguir podrían ser:
1º Análisis de heces en fresco y con cultivo, que nos servirá para diferenciar, bacteria, hongos y diferentes parásitos.
En caso de que sean bacteria debemos hacer un antibiograma, para determinar el antibiótico que le corresponde. No se puede decir, para tal germen sirve este antibiótico. Pues un germen puede ser sensible a un antibiótico en un momento dado y unas semanas después o en otro lugar, el mismo germen ser resistente a dicho antibiótico, de ahí la importancia del antibiograma.
2º Si no queremos o no pudimos hacer un el análisis de heces, ante un pájaro con el abdomen inflamado, daremos un antibiótico de amplio espectro, acompañado de una sulfamida durante 5 a 7 días, con lo que teóricamente eliminamos bacteria y algunas clases de parásitos. Después un día con un antiparasitario para lombrices. El único inconveniente es que los antibióticos no sólo no actúan sobre los hongos, sino que ayudan a su desarrollo, así que, si hay contaminación por hongos, no lograremos nada.
3º Siempre después de un tratamiento con antibióticos es obligatorio dar bacilos lácticos para reponer la flora intestinal y un complejo vitamínico sobre todo del grupo B, durante lo menos 10 días.
4º El calcio y los protectores hepáticos deben darse lo mismo tres días en semana durante varios meses.
5º Eliminar de la dieta semillas grasas. Incluso va muy bien darle las semillas hervidas, cambiándose a diario, durante un mes y luego se le va sustituyendo poco a poco. Se le debe dar de vez en cuando un poco de pasta de cría.
7º Siempre a su disposición grill y carbón vegetal.
Normalmente debe seguirse este tratamiento con los pichones de exóticos o silvestres al separarlos de los padres, con los adultos recién adquiridos y con todos aquellos en los que observemos que tienen el adoben inflamado. En los pichones y adultos recién adquiridos el tratamiento debe durar lo menos un mes y en los que enferman se debe alargar según su evolución.
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